martes, 28 de octubre de 2008

Situación

Está sentado. No tiene miedo pero aparenta tenerlo. Piensa, y mientras elije no decir nada se sirve un vaso de agua. Toma un papel que está apoyado en la mesa y lo lee. Levanta la vista y se encuentra con ella. Cruzan miradas tímidamente. Se enamoran, simplemente, porque están viviendo lo mismo. El público no les cree, los percibe falsos, repentinos, irreales. Ellos no se percatan de la existencia del público, actúan como si este no existiera. Se sonríen estúpidamente. No están acostumbrados a vivir este tipo de situaciones. Se inhiben mucho más de lo que lo demuestran. Piensan tanto que son incapaces de hacer algo. La vergüenza los deja inmóviles, paralizados.
Del público se levanta una persona, los aplaude.
- Terminamos acá, gracias por venir chicos. Si quedan los llamamos en la semana.